El Palacio Villasegura, regalo de Imeldo Serís Granier a Santa Cruz de Tenerife

 
Por José Manuel Ledesma Alonso  (Publicado en La Opinión el 2 de diciembre de 2018).
 
 
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El Palacio Villasegura con el añadido de la tercera planta (Foto LOT)
 
          El noble edificio, conocido comúnmente como Escuela de Comercio, sito en la avenida Veinticinco de Julio, en el Barrio de los Hoteles, fue donado por Imeldo Serís-Granier y Blanco, Marqués de Villasegura, pues, en las disposiciones de su legado, dejaba a su Ciudad la cantidad de 100.000 pesetas “para que se construyera un edificio destinado a establecimiento de caridad, benéfico o de enseñanza, lo que más falta haga en la capital, a juicio de mis albaceas”, y que se denominara Institución de Enseñanza Imeldo Serís, así como 50.000 pesetas para el mobiliario de dicho centro.
 
          Además, en el testamento ponía las siguientes condiciones: que en su fachada siempre debería ondear la bandera nacional, que el acceso fuese libre para los miembros de la Armada y que si, por cualquier causa, las Islas pasaban a manos extranjeras, el edificio quedaría bajo la jurisdicción de la embajada, consulado o representación española. También asignaba a los museos y bibliotecas municipales gran cantidad de objetos de arte y numerosos libros.
 
          Como el Ayuntamiento era el que tenía que decidir el solar donde se ubicaría el edificio, la Corporación, después de varias propuestas, decidió construirlo en la recién inaugurada Rambla Veinticinco de Julio.
 
          El edificio fue proyectado por su amigo y albacea, el arquitecto Manuel de Cámara y Cruz, comenzando las obras en 1909. Debido al encarecimiento de los materiales y la falta de fondos municipales, en 1922, el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes autorizó a los albaceas a que cedieran el edificio al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, con el compromiso de que lo terminara, conservara, continuara su finalidad docente y mantuviera el nombre de Institución de Enseñanza de Imeldo Serís.
 
          En mayo de 1928, al morir Manuel de Cámara, el proyecto lo retoma el arquitecto Antonio Pintor, quién renuncia a la función museística del inmueble y hace más operativos sus espacios, de manera que la gran escalera imperial la transforma en otra más simple, de tres tramos, modifica muros y tabiques, reconvirtiendo en aulas las salas del museo y la biblioteca.
 
          El 1 de febrero de 1939, se trasladarían a sus instalaciones, desde el Palacio Municipal, la Escuela Oficial de Náutica y la Escuela Superior de Comercio -Escuela Universitaria de Estudios Empresariales-, compartiendo espacio con el Archivo Histórico Provincial. Años más tarde, también acogería a la Academia de Seguridad Local y a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
 
          La fachada, que consta de dos cuerpos de gran volumetría, tiene en la parte alta varias columnas jónicas que dotan al edificio de aires grecolatinos, mientras que las columnas pareadas sirven para mantener un tímpano donde se alzaba un medallón con la figura de Imeldo Serís, obra de Eduardo Tarquis, medallón que se cayó del hastial donde figuraba y no ha sido repuesto. Tampoco llegaron a ponerse las esculturas de las ciencias y las artes que iban en las dos hornacinas laterales de la fachada, sobre los medallones de José Viera y Clavijo y Agustín Bethencourt y Molina.
 
          En la planta baja del inmueble se encontraba el vestíbulo, las oficinas, y seis aulas para impartir enseñanzas, mientras que en la parte alta disponía de dos salones, para museo y biblioteca, y un gran salón de actos.
 
          Con los años, el interior ha sido modificado, para adecuarlo a distintos usos, lo mismo que se le añadió una tercera planta, a las dos originales, lo que alteró la composición y armonía de la edificación original.
 
          En 2004, el edificio sería catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Monumento Histórico, incluido en el Conjunto Histórico Barrio de los Hoteles-Pino de Oro.
 
          En estos días, como las instalaciones presentaban un lamentable estado de conservación, su propietario -el Ayuntamiento- lo está sometiendo a una profunda restauración. En estas obras, se debería eliminar la nefasta remonta sobre la cubierta que se permitió levantar en 1930, de manera que, al recuperar su estructura original, vuelva a destacar la esbeltez de su fisonomía arquitectónica.
 
Don Imeldo Serís-Granier y Blanco, Marqués de Villasegura
 
          Nació en Santa Cruz de Tenerife el 29 de agosto de 1848 y falleció repentinamente en Madrid el 16 de noviembre de 1904, solteroSus restos, trasladados a Santa Cruz, recibieron cristiana sepultura en el cementerio de San Rafael y San Roque, donde aún existe su mausoleo.
 
          A los 17 años ingresó en la Escuela Naval Militar, donde permaneció 24 años, llegando a ser oficial del Cuerpo General de la Armada, en la categoría de teniente de navío -hoy equivalente a Capitán de Corbeta-, participando en la guerra de los 10 años (1868-1878) en la que Cuba intentó la independencia de España.
 
          En 1882, al ser nombrado Gentilhombre de Cámara con Ejercicio de SM la Reina Isabel II, pasaría a ser su Secretario particular y, años más tarde, Jefe de la Casa Real de Alfonso XII.
 
          Figura muy relevante de la vida política de Tenerife, en 1894 resultó elegido Senador por la provincia de Canarias y Diputado a Cortes por Tenerife en 1896, cargo en el que lograría que se le otorgase a Santa Cruz el título de Muy Benéfica, con la Cruz de Primera Clase de la Orden Civil Benéfica, por el comportamiento de sus habitantes durante la epidemia de cólera que asoló la ciudad en 1893; que se construyeran las carreteras de Santa Cruz a Candelaria, y la que va de Granadilla a El Médano; restableció los juzgados de La Laguna y La Orotava; se creó el Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife; consiguió la exención del impuesto del carbón que suministraba los puertos canarios y los aparatos para el funcionamiento de los faros en el Archipiélago, etc.
 
          Además, prestó su desinteresado apoyó para la instalación del primer tranvía Santa Cruz-Laguna, inaugurado en 1901, motivo por el que la empresa concesionaria le obsequió con una paleta de obra, en plata, con la inscripción: "Tranvía Villasegura".
 
          También pidió en el Senado medidas para la defensa de Canarias ante cualquier amenaza bélica; paralizó un artículo en el que se proponía el trueque del Archipiélago por el Peñón de Gibraltar; y defendió, de forma categórica, la posición del Ayuntamiento de La Orotava para que el Gobierno de España no vendiera en pública subasta los terrenos que hoy conforman el Parque Nacional del Teide.
 
          Por todo ello, el Ayuntamiento de Santa Cruz, en sesión celebrada el 4 de diciembre de 1899, acordó denominar Imeldo Serís a la entonces calle La Luz.
 
          Distinguido como Caballero de la Cran Cruz de Isabel la Católica, Benemérito de la Patria, y Comendador de la Legión de Honor de Francia (1885), a lo largo de su vida obtuvo las siguientes condecoraciones: Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Militar de San Miguel de Baviera (1883), Gran Cruz de la Real y Militar Orden de Nuestro Señor Jesucristo de Portugal (1883), Gran Cruz de Segunda Clase con la Estrella de la Corona de Prusia (1884), Gran Cruz del Sol Naciente de Persia (1885), Cruz de Segunda Clase con la Estrella de la Corona de Francia, Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, Cruz Blanca de 1ª Clase del Mérito Naval, Cruz Roja de 1ª Clase del Mérito Militar y Medalla Conmemorativa de la Campaña de Cuba con sus Pasadores.
 
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