25 de julio. Aniversario del ataque de Nelson a Santa Cruz en 1797

 
Por Alastair F. Robertson (Publicado en inglés el 22 de julio de 2016 en el número 555 de Tenerife News. Traducción de Emilio Abad).
 
  
          Uno de los días más importantes de la historia de Tenerife se conmemora con una recreación anual de lo sucedido, pero si quiere conocer algo del evento en cualquier momento del año entonces debe visitar el Museo Militar de Canarias en Santa Cruz.
 
          El Museo Militar se alberga en un fuerte, con forma de media luna, y la batería artillera de Almeyda, en Santa Cruz. El piso bajo está dedicado al armamento de tiempos recientes y a proporcionar información sobre la guerra moderna, pero en el primer piso en seis de las antiguas trece cañoneras se exponen objetos que nos cuentan el ataque que una flota de guerra británica, comandada por el contralmirante Horacio Nelson, llevó a cabo contra San Cruz. El hecho de que esta exposición permanente ocupe casi la mitad del piso alto demuestra el orgullo que los isleños sienten por lo realizado por sus antepasados.
 
          Maquetas de algunos de los fuertes y objetos que se tomaron a los británicos, junto a mapas y grabados de la costa, son el escenario en el que se contemplan dramáticos dioramas en los que se recoge algo de lo sucedido en aquellos críticos días de julio de 1797, cuando estuvo pendiente de un hilo el destino de las Islas Canarias. Además vemos los retratos del contralmirante Nelson y el comandante general Gutiérrez, los dos principales protagonistas, que terminaron la batalla de la forma más caballerosa intercambiándose obsequios: cerveza y queso de Nelson a Gutiérrez y vino de Gutiérrez a Nelson, con promesas mutuas de una futura amistad. En conjunto, la exposición tiende puentes para cubrir el período de los casi 220 años transcurridos.
 
          Cuando se sube al piso superior, al girar hacia la izquierda por la galería, el visitante se encontrará con una enorme caja de cristal que alberga un diorama. En él se representa cómo era la ciudad de Santa Cruz en 1797, con los 17 fuertes y batería de cañones que la defendían, la línea de la costa y, mar adentro, en la bahía de Santa Cruz, la situación de los buques británicos durante el desarrollo del ataque, en las horas más oscuras de la madrugada. Una voz en off, tanto en español como en inglés, relata minuciosamente la acción, cuyos pormenores se pueden seguir fácilmente ya que unas luces van señalando los lugares que se mencionan en la narración.
 
          Una vez contemplado lo anterior, gire a la izquierda por la galería para encontrar que las tres primeras cañoneras están dedicadas a los primeros años de los españoles en Canarias y a la conquista de las Islas, con la exposición de armamento de los combates contra los naturales guanches. A continuación siguen las seis cañoneras que describen los sucesos del 25 de julio.
 
          En la 4ª encontramos planos y maquetas de los fuertes y del muelle fortificado. Hay un expositor que contiene pistolas y otras armas de la época, incluyendo una bayoneta inglesa del siglo XVIII. Luego hay una maqueta del muelle, con su batería de cañones, que constituyó, junto al castillo de San Cristóbal, el primer objetivo del ataque británico. En San Cristóbal se encontraba el Cuartel General de Santa Cruz, de Tenerife y de todas las Islas Canarias, y era desde donde el comandante general Gutiérrez dirigía la defensa de la ciudad. Los restos de este fuerte pueden visitarse en el museo situado bajo la Plaza de España.
 
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          En la 5ª cañonera se exhiben banderas de las Unidades españolas que participaron en la acción, así como copias modernas de retratos del contralmirante Nelson y de los monarcas de ambas naciones en aquella época, Jorge III de Gran Bretaña y Carlos IV de España. Pasando a la 6ª cañonera encontramos una vitrina que contiene maquetas de todos los barcos de la flota británica. El fuerte del Santo Cristo de Paso Alto, al nordeste de Santa Cruz, se presenta en una foto y una pintura. Hay fragmentos de una bala de cañón disparada el 25 de julio contra Paso Alto desde la bombarda inglesa Rayo.
 
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          Al entrar en la 7ª cañonera nos encontramos con modernas pinturas y dioramas que representan la acción. Hay un uniforme de oficial inglés, algunas armas tomadas a los ingleses –pistolas y espadas- y espacios dedicados a medallas e ilustraciones. Existe una dramática maqueta del hundimiento del cúter Fox, y una ilustración del momento en que Nelson cayó herido.
 
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          En la 8ª cañonera encontramos una gran bandera británica, trofeo procedente del buque Emerald, guardada en una caja especial, y en la pared cercana una placa recordando la asistencia prestada por los franceses de la corbeta La Mutine. Un cuadro moderno muestra la firma de la capitulación por el capitán Thomas Troubridge en nombre de Nelson y se exhibe la mesa en que realmente se firmó, junto a una copia de aquella. Dominando la escena hay un retrato y un busto del general don Antonio Gutiérrez.
 
          En la 9ª cañonera se exhibe una enorme bandera británica, aproximadamente de 4,5 por 2,7 metros. Se cree que es la que debería haber ondeado en el fuerte de San Cristóbal si éste hubiese sido conquistado. Se muestra una lista de los españoles muertos; la de los británicos fallecidos hubiese sido diez veces más larga, Finalmente se expone una copia del Real Decreto por el que el rey Carlos IV concedía a Santa Cruz los títulos de Leal, Noble e Invicta. En resumen, nos encontramos ante una dramática presentación de una dramática historia que bien merece la pena visitar.
 
          Si miramos el asunto desde un punto de vista más ligero, me parece que la exposición nos lleva a una de las preguntas que empiezan con ¿Qué hubiera ocurrido si…? ¿Y si la expedición británica se hubiese visto sonreída por el éxito? Con la excepción de Madeira y las Azores, que eran colonias de Portugal, el más antiguo aliado de Gran Bretaña, el Imperio Británico hubiese poseído el juego completo de islas atlánticas: las Malvinas, Tristán de Acuña, Santa Elena, Ascensión y una colección de islas caribeñas. Los tinerfeños de hoy hubieran disfrutado del lujo y la comodidad de hablar en inglés mientras charlan del tiempo, beben cervezas, comen pescado y patatas fritas y cantan “Rule Britannia”. En realidad, en cualquier caso, las Islas Canarias dependieron mucho de Gran Bretaña para su bienestar económico, de modo que el resultado final tampoco importó demasiado.
 
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Infantes de Marina "británicos" en la Plaza de España de Santa Cruz (2015)
 
          Y estén atentos al anuncio de la recreación del ataque de Nelson, que se desarrollará, a cargo de la Asociación Histórico Cultural Gesta del 25 de Julio alrededor del 22 o el 23 de julio. Es un espectáculo interesante.
 
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