El patrimonio histórico de Santa Cruz (05). La Fuente de Morales

El patrimonio histórico de Santa Cruz se cae… y no hay quien ponga una mano (5)

FUENTE  DE  MORALES

Luis Cola Benítez  (La Opinión, 04-04-2010) 
           

         

           La fuente que lleva el nombre del general Francisco Tomás Morales, en la margen derecha del barranco de Santos, hoy ha quedado ubicada en la acera de Poniente de la avenida Bravo Murillo, próxima a la esquina del  Museo de la Naturaleza y el Hombre, antiguo hospital civil. Su emplazamiento original era paralelo al barranco y a sus espaldas, sobre el cauce del mismo, disponía de una poceta que recogía los derrames para que abrevaran los animales.

          No puede decirse que sea una obra de arte, ni es de mármol de Carrara, ni posee elementos escultóricos que la realcen, pues es una sencilla estructura de cantería del país, realizada con muy cortos medios, atendiendo sólo a su funcionalidad. Pero la singularidad de esta pieza histórica estriba en que, después de la Pila de la plaza de la Candelaria, es la más antigua fuente para el abasto público que pervive –aunque mejor será decir que malvive- entre todas las de la ciudad. Construida en 1837 e inaugurada el año siguiente, fue la primera que surtió de agua potable al entonces populoso barrio de El Cabo, una vez que el líquido elemento llegó a la población por atarjeas de mampostería, obra impulsada por el citado general Morales. Su puesta en servicio constituyó todo un acontecimiento ciudadano que aún se recuerda en los anales de la ciudad.

           A pesar de que alguien dijo, seguramente sin fundamento, que su restauración iba a correr a cargo de la empresa del tranvía, nada se ha hecho hasta ahora, encontrándose actualmente en un lamentable estado de abandono, suciedad y deterioro, sin que los responsables municipales tomen medidas para evitarlo. Es cierto que se realizan obras en su entorno, pero ello no es disculpa puesto que su vergonzosa situación ya era evidente desde mucho antes.

           La suciedad, pintadas, sin agua, sin iluminación apropiada, sin un pequeño parterre que la proteja y realce, es una muestra más de desidia en el cuidado de nuestro patrimonio histórico, que por muy modesto que sea es el nuestro, y merecería otro tratamiento.

 Nota: Después de la publicación de este artículo, la Fuente, debido a las obras que se efectuaban para abrir una nueva vía de conexión entre la calle Bravo Murillo y la parte alta de la ciudad, se trasladó, pero no al lugar que citaba Cola en su trabajo. En un excelente labor de los canteros, se recolocaron varias piedras que habían desaparecido y se restauraron otras muy deterioradas,  y la fuente se volvió a levantar en una posición "casi" correcta, pues aún cuando ahora está paralela al barranco y de espaldas a él, se localiza en la acera sur de la nueva calle y no lindando con el cauce, como nosotros propusimos en varias ocasiones (y se ve en la foto de la izquierda, en la que se divisan los tejados de la Iglesia de la Concepción) Cuando esta página web se abra al público (finales de enero de 2011), habrán transcurrido varios meses desde el traslado, por lo que lo que denunciaba Luis Cola en la antigua ubicación ("suciedad, pintadas, sin agua, sin iluminación") se está ya reeditando en la nueva. Y es que no redondeamos casi nada...