Palabras del Alcalde de Santa Cruz de Tenerife en el homenaje a Esmeralda Cervantes

 
 Palabras pronunciadas por José Manuel Bermúdez Esparza, Alcalde de Santa Cruz, en el Acto Académico en honor de Esmeralda Cervantes (Palacio Municipal de Santa Cruz, 29 de febrero de 2016). 
 
 
          Buenas noches a todos. 
 
       En primer lugar quiero agradecer la iniciativa promovida por la Tertulia Amigos del 25 de Julio, un trabajo que ha cristalizado hoy la interesantísima conferencia que acabamos de escuchar y la exposición que tendremos la oportunidad de inaugurar a continuación en este mismo Ayuntamiento. Y un trabajo que tendrá continuidad en las próximas semanas con otros actos conmemorativos. 
 
         Poco más puedo añadir en torno a la figura de Esmeralda Cervantes, que tan bien ha glosado Doña Rosario Álvarez, a quien aprovecho para felicitar por su brillante exposición. Pero sí quiero subrayar brevemente algunos aspectos que considero de interés.  El primero tiene que ver con el merecimiento indiscutible de este homenaje que rendimos hoy y que viene a hacer justicia con la trayectoria artística y humana de la genial arpista. El segundo de ellos se refiere a la necesidad de que el Ayuntamiento de Santa Cruz siga poniendo en valor ese patrimonio intangible que constituye la presencia en nuestra ciudad, a lo largo de su historia, de personajes ilustres. 
 
         Si bien Esmeralda Cervantes ya se había retirado de los escenarios cuando se instaló definitivamente en nuestra ciudad, el hecho de que un personaje tan atractivo viviese en Santa Cruz -sus restos reposan en un panteón en Santa Lastenia- merece toda la proyección pública que le podamos dar. Clotilde Cerdá, que se había codeado con reyes y escritores de la talla de Víctor Hugo, se enamoró de la ciudad en visitas anteriores y esa historia de amor debe ser conocida. 
 
          Una calle de Santa Cruz lleva el nombre de Esmeralda Cervantes, y quizás éste constituya uno de los pocos reconocimientos públicos en su memoria. Reconocimiento al que se sumará próximamente una placa en la calle del Pilar, con la que queremos dejar constancia de que la vecindad de Esmeralda Cervantes constituye un honor para todos los chicharreros.
 
         La presencia de Clotilde Cerdá, artista de fama mundial, junto a la efervescencia cultural de la capital en el primer tercio del siglo XX, nos dibujan la estampa de una ciudad inquieta, dinámica, fascinante. Una época que no debemos ni podemos dejar caer en el olvido y cuyo aliento nos debe llegar hoy en forma de estímulo para seguir haciendo grande Santa Cruz.
 
         Quiero reiterar mi felicitación a la Tertulia por promover este homenaje y, sobre todo, por devolvernos a la  memoria episodios de nuestro pasado que, por escondidos  o ignotos, no son menos trascendentes para la ciudad.
 
          Muchas gracias.
 
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