El patrimonio histórico de Santa Cruz (01). Introducción

El patrimonio histórico de Santa Cruz se cae… y no hay quien ponga una mano.   (1) 
 
 

Luis Cola Benítez  (La Opinión, 12-01-2010) 

  
          Con la amable acogida de La Opinión, la Tertulia Amigos del 25 de Julio pretende iniciar una serie de artículos relativos a la situación en que se encuentra el patrimonio histórico de nuestra ciudad, tratando de llamar la atención, especialmente de los  responsables directos en cada caso, sobre el estado al que se han dejado llegar las más importantes piezas de lo que constituye nuestra auténtica memoria histórica urbana. La desidia, el abandono, la falta de interés por su conservación atañe la mayoría de las veces a estamentos públicos –mayormente municipales- y, en menor medida, también a propietarios particulares. En este último caso de alguna manera podría esgrimirse como disculpa la ausencia de ayudas, desgravaciones y colaboración oficial, que pudieran facilitar la realización de trabajos de restauración y mantenimiento.

          Es innegable que Santa Cruz, a través del tiempo, ha ido perdiendo las señas de identidad urbanas que eran parte de su historia, que le daban carácter y que, en la mayoría de los casos, eran fundamentales para conocer cómo ha sido posible su desarrollo y, por ende, entender su idiosincrasia ciudadana. Nunca hemos dispuesto de grandes muestras de ornato urbano y nuestro acervo en este sentido no puede compararse con el de otras ciudades europeas. No obstante, si fuéramos capaces de poner en valor lo que aún conservamos, por poco y modesto que sea, convocando también para ello a empresas y entidades privadas que aceptaran colaborar, dispondríamos de un catálogo suficiente de hitos históricos, que debidamente rotulados y explicados enriquecerían cualquier itinerario urbano, tanto para el ciudadano de Santa Cruz como para el visitante foráneo, sobre cuya atracción a nuestra capital tanto se debate hoy.

          Pero, duele decirlo, hoy en día, si tuviéramos que acompañar a uno de estos visitantes para enseñarles nuestra ciudad, nos avergonzaría tener que mostrarles  algunos rincones, plazas, fuentes, edificios o monumentos que, habiendo sido en su momento protagonistas en nuestra historia, hoy se encuentran en un cochambroso estado, deteriorándose cada día que pasa, ante la indiferencia de los que tienen la responsabilidad y obligación de su cuidado y conservación. Si nos resta un mínimo de vergüenza, intentemos entre todos salvar este patrimonio.
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