Visita de la Tertulia Amigos del 25 de Julio al exótico e idílico Sitio Litre (Puerto de la Cruz)

 
Por Ana María Díaz Pérez  (Publicado en El Día / La Prensa el 12 de octubre de 2014).
 
 
 
          La Tertulia Amigos del 25 de Julio se fundó en al año 1995 con un objetivo exclusivamente cultural, por consiguiente, su labor, sin ánimo de lucro, se centra en valorar, destacar y rememorar la Gesta de la que toma su nombre el grupo, y también hechos y lugares históricos de Tenerife y de Canarias, en definitiva, se ocupa de reconstruir nuestra Historia, en la medida de lo posible, mediante hitos, rótulos, monumentos, conferencias, homenajes, etc…
 
          El pasado sábado 9 de agosto, día espléndido con un cielo totalmente despejado en el que el sol extendía sus rayos intensamente, los tertulianos acudimos por la carretera del Botánico al Sitio Litre, localizado en el Camino homónimo de la primera ciudad turística de Canarias, el Puerto de la Cruz, otrora Puerto de La Orotava.
 
entrada litre
 
Entrada al Sitio Litre
 
 
          Se trata de un vergel donde la frondosa vegetación rodea al visitante en su agradable recorrido. Nada más acceder al recinto, tras la calurosa bienvenida de su propietario, don John Lucas Carruthers, nos encontramos con dos estanques, uno, con exuberantes nenúfares, mientras que en el otro nadaban incesantemente los koi –carpas-, peces originarios de Japón y en su mayoría de tonalidades anaranjas. Al iniciar el descenso por los anchos peldaños pudimos ver representada a la afamada escritora inglesa Agatha Christie acompañada por el enigmático personaje de su novela Mr. Quin; a continuación teníamos delante el Jardín dedicado al célebre naturalista alemán Alexander von Humboldt, cuyo busto ha sido  realizado por la magnífica escultora palmera y profesora de la Escuela de Arte y Superior de Diseño Fernando Estévez de S/C de Tenerife doña Ana Lilia Martín Rodríguez; próximo a este espacio, ante nuestros ojos, una jaula con unos variopintos pajaritos, los cuales poseen la peculiaridad de que cuando se emparejan permanecen siempre unidos sin cambiar de compañía; luego nos adentramos en un bellísimo Jardín de Orquídeas -unas 180 plantas- con sus espectaculares flores, extraordinariamente cuidado, que despierta los sentidos, y uno de los principales atractivos de este oasis tinerfeño. Según la opinión de la experta en biología y directora del Museo de Ciencias Naturales de Santa Cruz de Tenerife, Dra. doña Fátima Hernández Martín, de la referida planta, perteneciente a la familia Orchidaceae, se han registrado alrededor de unas 18.000 especies que se distribuyen por todo el planeta, desde las regiones subtropicales hasta las tropicales, pudiendo brotar tanto en desiertos como en cumbres de montaña. Aproximadamente la mitad de las especies conocidas vive en tierra, sin embargo también hay epífitas, es decir, se desarrollan sobre otros vegetales y al estar dotadas de extensas raíces aéreas capturan la humedad y los nutrientes del ambiente. En nuestro Archipiélago se cultivan numerosas variedades por su interés ornamental, que se ven beneficiadas por un clima favorable para su crecimiento, y de las que hemos visto bonitos ejemplos que destacan por su delicadeza de formas y exquisitas tonalidades; pero no hay que olvidar, continúa explicando la Dra. Hernández Martín, que en nuestras islas existen unas nueve especies salvajes, de las que cuatro son incluso endémicas –sirva de paradigma la Orchis canariensis-, que germinan en este caso sobre tierra y están protegidas por la legislación.
 
          Nuestros incesantes pasos nos llevaron hasta la fuente, justo en el medio de este paraíso, que presenta un receptáculo circular y en cuyo punto central se superponen otros dos que disminuyen su tamaño a medida que ascienden;  sin cambiar de dirección, nos encontramos con el busto de la pintora británica Marianne North, ejecutado por las expertas manos de la artista húngara doña Marta Von Poroszly afincada en  la isla desde niña, al igual que modeló también el de Agatha Christie, próximo al de la citada artista North, y completando todo lo señalado hasta aquí, un campo de criquet, juego parecido al golf y practicado por la aristocracia inglesa del siglo XIX, principalmente por las ladies, consistente en golpear con un mazo bolas, al objeto de que atraviesen pequeños arcos de metal dispuestos en el césped, además del  jardín con plantas canarias, la  gran araucaria, etc…, sin olvidar que aparece y se esconde entre el verdor una iguana, a la que llaman Nelson por faltarle la extremidad superior derecha. 
 
          En nuestro continuo descenso, llegamos a una terraza flanqueada, a la izquierda,  por el drago más viejo de esta localidad norteña, pues soporta unos 600 años de antigüedad, y, a la derecha, frente al centenario  árbol, aparece el café con sus mesas y sillas que invitan a hacer una pausa y templar o refrescar la garganta dependiendo del tiempo atmosférico del momento, en tanto que al frente se levanta la casa, la cual muestra elementos de la arquitectura doméstica canaria y de la británica, destacando un precioso balcón cerrado al estilo  inglés que pintaron los pinceles del renombrado acuarelista tinerfeño don Francisco Bonnín Guerín, vivienda de uso privado por razones obvias, es el dulce hogar de los dueños de todo este acogedor conjunto.
 
          De la Historia de este complejo botánico y arquitectónico, que en la actualidad mide unos 5.500 m2,  no podemos decir nada más de lo que ya dijera en su libro Sitio Litre, parada y fonda en el camino el Dr. don José Luis García Pérez, el que fuera Vicerrector del Alumnado de la ULL, a cuya iniciativa se fundó nuestra Tertulia y en la actualidad Socio de Honor de la misma, y a quien tristemente motivos de salud frustraron su exitosa trayectoria como Catedrático de  Lengua Inglesa en la entonces Escuela Universitaria de Estudios Empresariales y también como investigador, pues asiduamente viajaba a Gran Bretaña tras el rastro de científicos, artistas, escritores, etc…, que habían recalado en nuestra tierra, sin obviar que muchos de estos viajeros ingleses, alemanes, etc…, pisaron este hermoso rincón portuense, tal es el caso de los ya mencionados Agatha Christie y  Humboldt, además del astrónomo Piazzi Smyth, el cirujano William Wills Wilde y padre del dramaturgo Oscar Wilde,  la escritora Olivia Stone, la pintora Marianne North, y tantos otros.
 
          El Dr. García Pérez hablaba un perfecto inglés con una clara dicción y suave sonido, a lo que se sumaba su capacidad de escucha e inmejorable trato a sus congéneres, aunque fuesen sólo conocidos, pero sobre todo fue y continúa siendo un buen amigo. Aprovechamos la ocasión para, desde estas páginas, enviar a nuestro José Luis un afectuoso abrazo y los mejores deseos de la mayor calidad de vida posible.
 
        Retrotraernos a épocas anteriores al siglo XVIII en busca de los propietarios del Sitio Litre supondría obtener sólo conjeturas de acuerdo con los resultados de las rigurosas investigaciones del Dr. García Pérez, por lo que, siguiendo sus recomendaciones para tal consecución, avanzamos hasta el segundo cuarto de la mencionada centuria cuando, Mr. John Pasley compró -se piensa que en 1730-  el extenso terreno. Pasados más de cuarenta años, en 1774, arriba a la isla, seguramente alentado por su tío, el mentado Mr. Pasley -Cónsul Británico de 1766 a 1769-, un comerciante llamado Archibald Little, conocido mercader de vinos que fundó, junto a su pariente, Pasley & Little & Co., una potente empresa vinícola que realizaba transacciones comerciales de nuestros caldos y otros artículos con Inglaterra y con las colonias americanas.
 
          Mr. Little, talentoso escocés, acaudalado y con don de gentes, recibió la quinta -que superaba los 25.000 m2 y que con el paso del tiempo se fueron reduciendo por la venta de parcelas hasta llegar a la superficie actual- en la década 1780-1790 y sería también el que realizó las primeras reformas de la Hacienda para transformarla en un agradable lugar de recreo y descanso, según palabras textuales del Dr. José Luis García.  A la muerte de Pasley, en 1804, viaja a Tenerife  Sir James Little, con el fin de dirigir la compañía al lado de su hermano Archibald; un grabado de J.J. Williams revela que ambos hermanos continuaban morando en este edén antes de que finalizase el año1830, regresando luego los dos a la capital británica, en la que fallece Sir James en 1831, y, cuatro años después, Archibald (1835). A partir de aquí, tenemos noticias de que el noruego Hans Malling, un rico banquero sexagenario -63 años- que se había instalado en este municipio con el deseo de curarse de sus problemas de salud, era su nuevo poseedor, pero únicamente pudo respirar aquella agradable atmósfera durante un año a causa de su inesperada muerte (1855). Asimismo, el londinense Doctor en Matemáticas Charles Smith, aquejado de una grave dolencia en sus pulmones, se trasladó a  Madeira por recomendación facultativa, pero al no experimentar mejoría, decidió venir a nuestra isla con la finalidad de hallar un clima apropiado para su restablecimiento, de modo que habitó la casa, primero, en régimen de alquiler y, después, como adquirente, pues terminó comprando el  hermoso paraje a los herederos de Malling unos veinte años más tarde (1856)  de su llegada al Puerto de la Cruz.
 
          El óbito de Charles se produjo en La Laguna (1885), pasando entonces el Sitio Litre a su segunda esposa, Mrs Helen, ya que la primera, Mrs. Anne, había dejado de existir 22 años antes que su marido, y luego siguió en  manos de los  nietos de esta familia hasta llegar a su bisnieta Mrs. Mollie Smith, que, británica de nacimiento (1914), venía frecuentemente a Canarias, estableciéndose definitivamente en la mansión de sus ancestros una vez concluida la II Guerra Mundial. Precisamente a ella, una dama extrovertida, divertida y dadivosa que se integró plenamente en la sociedad canaria, debemos que a esta fonda de extranjeros se le diera el nombre con el que se le conoce ahora, denominación que parte de su primer amo, ya mencionado, Mr. Little, apellido de complicada pronunciación para los portuenses, de manera que derivó en el vocablo Litre.
 
          Por fortuna, el morador del Sitio Litre desde hace 18 años (1996) es el empresario canario don John Lucas Carruthers, un caballero tremendamente activo, de afabilísimo trato, refinada educación, interesado por la cultura y, por ende, respetuoso con nuestro patrimonio, que nos fue presentado por el que fuera amigo de su padre y hoy apreciado y desprendido contertulio, don José Delgado Salazar, a quien agradecemos el gesto de habernos acercado a una persona con este talante.
 
       La narración de la actual situación de esta acogedora heredad no deja de sorprendernos, puesto que, transcurridos dos siglos, casualmente vuelve a estar en poder de uno de los descendientes de los Little.
 
          En el Archipiélago Canario se estableció otra familia británica. La hermana de la tatarabuela del Sr. Lucas Carruthers solicitó ser la directora del Hospital Reina Victoria de Las Palmas de Gran Canaria -terrenos que hoy ocupa el Hotel Cristina-, petición que le fue concedida en 1898 y, teniendo en cuenta este hecho, la tatarabuela del Sr. Lucas, por parte de su madre, se instala en este municipio capitalino con su  hija antes de que se produjese la I Guerra Mundial; esta nena creció y se enamoró de un señor inglés que trabajaba en la Carbonera de Gran Canaria, llamado George Carruthers -da la  inopinada coincidencia de que dicho Sr. Carruthers, era nieto de Jane Little, sobrina de James y Archibald Little e hija del hermano menor de ambos, John Little, quien nunca estuvo en Canarias-; los novios, esto es, los abuelos maternos de don John Lucas, se desposan y tienen una criatura –la que años después sería su madre- que vio la luz por vez primera en 1920 en la mentada urbe grancanaria, a la que llega Mr. William Lucas, en 1936, desde el país anglosajón para trabajar en la Casa Miller y en esa ciudad conoció a la que por aquel entonces era ya una joven, Mary Carruthers, que en 1940 se convertiría en su esposa, unión de la que más tarde nacerían sus dos únicos hijos, Rosalyn, en Inglaterra, y John, en la capital grancanaria. Era el tiempo de la II Guerra Mundial y los recién casados se marchan a Inglaterra, donde Mr. Lucas coincide con uno de los grandes estadistas de nuestra Historia Contemporánea y Premio Nobel de Literatura (1953), Sir Winston Churchill. Corría el año 1949 cuando el matrimonio Lucas Carruthers regresaba a Gran Canaria de sus primeras vacaciones en Londres y dio la casualidad de que la pareja viajaba en el mismo barco -ANDES- que acercaba a Mollie Smith a Tenerife, fémina con la que entablaron amistad. Como dato anecdótico señalamos que Mr. William Lucas fue el anfitrión de Churchill y del magnate griego Onasis durante la estancia de ambos en  Tenerife (1959), siendo también recibidos por el Cónsul de Inglaterra, en aquellos momentos, Mr. Eric Lionel Fox, un caballero natural de Londres,  muy querido en Santa Cruz, -aunque él se consideraba un auténtico chicharrero y también los santacruceros lo reconocían así-, y tío político por línea materna de nuestro estimado contertulio y Cronista Oficial de Santa Cruz de Santiago de Tenerife, don Luis Cola Benítez.
 
          Pero he aquí que en 1953 la empresa Miller, Blandy y Cory  traslada a Santa Cruz de Tenerife al progenitor del pequeño John con la intención de que abriese una oficina en la calle de La Marina, como así se hizo; aquel niño de azules ojos y rubio cabello, que en esos instantes contaba 6 años de edad, estudió un curso (1954-1955) en las Escuelas Pías y luego permaneció interno una década (1955-1965), primero en un colegio y los últimos cinco años en una academia de la Marina Real Británica, seguidamente trabajó en un banco londinense 18 meses, después un año en el ámbito turístico de Mallorca y en 1968 decidió regresar a Canarias, en donde encontró trabajo inmediatamente en idéntico contexto profesional que en la isla mediterránea que había abandonado.
 
         Cuando don John Lucas adquirió el Sitio Litre se hallaba en un  estado lamentable, y resolvió, tras repararlo primero, fijar su domicilio particular en la casona y abrir al público el resto del  recinto, tardándose un par de años en las obras de restauración del edificio y seis meses en los arreglos de la zona ajardinada para devolverle su primitivo esplendor; así fue como lo convirtieron en un lugar de ensueño, en el que, según nos confesó su propietario, además del personal contratado que se ocupa de las distintas faenas, todos los miembros de su núcleo familiar colaboran en el mantenimiento a diario, siendo su esposa, doña Marty Sánchez Ortiz, el alma mater de esta tarea, pues sabemos el esfuerzo crematístico que supone la conservación de una extensión de estas características. 
 
          Mientras conversábamos con el Sr. John  Lucas advertimos que sus sentimientos están repartidos entre Canarias, terruño que lo vio nacer, y Gran Bretaña, cuna de sus antepasados y de sus más inmediatos antecesores -exceptuando a su progenitora- , por ello, este  decidido directivo vinculó el extranjero con nuestras islas, y viceversa, al haber fundado en 1983 la agencia de viajes TENTRAVEL en la ciudad portuense, que ahora dirigen sus hijos. Su adorado Sitio Litre es un enclave desconocido para muchos canarios, y aunque consideramos que cualquier estación del año es propicia para descubrirlo por la benignidad climática de nuestro Archipiélago, creemos que las vacaciones veraniegas constituyen una muy buena época para disfrutarlo. Además, no debemos olvidar que también se le considera un espacio instructivo, de modo que en la actualidad alberga la sede de la Asociación Cultural Humboldt, guiada por don Nicolás González Lemus y don Isidoro Sánchez García.
 
          Era la tercera vez que la Tertulia Amigos del 25 de Julio se daba cita en este marco incomparable, y sus componentes no tenemos ni la más mínima duda de que volveremos, porque, en resumidas cuentas, el Sitio Litre ofrece una encantadora mansión para describir con nuestra propia mirada, todo un remanso de paz que fascina y alegra el espíritu e inspira el pensamiento.
 
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BIBLIOGRAFÍA
- GONZÁLEZ COSSÍO, Carmen: Francisco Bonnín. Viceconsejería de Cultura y Deportes, Gobierno de Canarias, 1993.
- GARCÍA PÉREZ, José Luis: Sitio Litre, parada y fonda en el camino. Periódicos de Tenerife S.L./ Burgado Editorial, S/C de Tenerife, 1996.
- KÖNIG, Hans: Puerto de la Cruz. Historia y anécdotas. Traducción de María Mercedes Álvarez. Hans König, Puerto de la Cruz, Tenerife, 2002.
 
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