Cristo del Buen Viaje (Puerto y puerta -149)

Por Rafael Zurita Molina (Publicado en el Diario de Avisos el 20 de abril de 2014)

         

          Situados en este domingo de Pascua de Resurrección, no es novedad decir que los mismos hechos enlazan la historia escrita con los acaecimientos fijados en el recuerdo. Al repasar algunos de los programas indicativos de los Cultos de Semana Santa, al compás de las sustanciales tradiciones, la diversidad cronológica avivaba nuestra memoria.

          Sintetizando, la Iglesia Matriz de Nuestra Señora de la Concepción anunciaba para el Viernes Santo, a las 8.00, la procesión del Vía Crucis con la imagen del Santísimo Cristo del Buen Viaje.

          Ahora, no sé por qué razón —o tal vez sí—, recompuse el paisaje que hace unos cuantos años, contaba con nuestra juvenil presencia: la entonces denominada procesión de el paso por llevar un sólo  trono, salía de madrugada. Y quise ahondar en sus raíces.

          La advocación del Cristo del Buen Viaje alcanza a todo el mundo hispano. Sobre su presencia en la Isla, el recordado escritor Pedro Tarquis (1886-1985) en su libro Retazos históricos de Santa Cruz de Tenerife, siglos XV al XIX  (1973), dice que es “una de las imágenes más devotas entre las que figuraron en la iglesia del convento de Santo Domingo. No solamente fue apropiado su nombre para llamar la atención a los navegantes del Nuevo Mundo sino que su culto alcanzó gran boato y celebridad entre el pueblo”.

          Sobre su presencia en La Concepción, añade que al poco tiempo de entrar en la Iglesia ya tenía cofradía, “porque tenemos un libro de la Cofradía del Santo Cristo del Buen Viaje que en la actualidad se encuentra en el archivo de nuestra parroquia Matriz y tiene su principio en 1674. Este libro es fuente importante para el estudio de la Cofradía y escultura del Cristo, su culto, sus procesiones y sus novenas”.

          Avanzando hasta el actual milenio, el periódico El Día, con fecha 31-12-2002, refiere la restauración del retablo del Cristo del Buen Viaje, que toma su nombre de las despedidas de los emigrantes a América. Realizada la obra, el párroco destaca que “ha sido motivo de alegría porque se ha hermoseado más la iglesia y por ofrecer un entorno de acogida a imágenes de gran devoción y valor histórico”.

           Conexo al tema tratado procede una sucinta referencia al patrimonio artístico que contiene  la Iglesia Matriz. Sus elementos más antiguos son la pequeña imagen gótica de la Virgen de Consolación y la Cruz de la Conquista

          Asimismo, conserva una de las mejores piezas de arte sacro de la Isla, el Cristo del Buen Viaje, del siglo XVII, junto a otras piezas de valor, como obras de los imagineros canarios Miguel Arroyo, Luján Pérez, Rodríguez de la Oliva, González de Ocampo y Fernando Estévez.

           ¡Feliz y Santa Pascua de Resurrección! 

 

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