La Milicia Universitaria en Canarias

 

Pronunciada por José Méndez Santamaría con motivo de la IX SemanaCultural Canaria de las Milicias Universitarias (En la sede de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, Las Palmas, el 24 de octubre de 2007)

 

                    Excelentísimos e  Ilustrísimos Sres. Queridos compañeros y amigos todos:

          Después de las magníficas conferencias impartidas en el día de ayer por el Coronel Cantero López de Davalillo y el lunes por el General Castañeyra, el listón me lo han puesto muy alto. A ambos aprovecho para darle las gracias una vez más.

          Ya dijimos el pasado lunes, como ha sido el que hayamos ampliado las conferencias en la IX Semana Cultural Canaria a la Ciudad de Las Palmasde Gran Canaria. Por ello no hacemos más prólogo y paso a darle las gracias a mi buen amigo, el alma mater de la Agrupación, por haber contado en esta hojita de servicio, algunas cosillas sobre mi modesta persona y decir, que cómo me aprecia mucho, no ha dicho que soy un mal conferenciante, por lo que vamos a intentar dejar mi exposición en una simple lectura, sobre la creación de la 5ª Zona de la I.P.S. en Canarias, y concretamente en Hoya Fría primero y Los Rodeos posteriormente, así como contar someramente algo de lo hecho aquí en Canarias por la Agrupación Canaria de las Milicias Universitarias.

          Hemos titulado esta intervención: “LA MILICIA UNIVERSITARIA EN CANARIA. HACE 65 AÑOS EN HOYA FRÍA”,  vista por este “milicio”, Alférez de Complemento de la gloriosa Infantería, y que tiene además la sana intención de recordar algunas cosillas de aquel acontecer en 1942, cuando se abrió el primer Campamento, como ya hemos dicho con el nombre de 5ª Zona de LA ips, donde al año siguiente obtuvieron el Despacho de Alféreces, 34 de Infantería y 21 de Artillería. En 1944, ya saldrían los de Ingenieros y así hasta el año 1972.

          Nunca hubo Caballería en aquellos Campamentos y los que desearon hacer las Milicias por Mar o Aire, tuvieron que marchar a tierras peninsulares y luego hacer las prácticas aquí, en Las Palmas, o en Bases peninsulares.

          Recurro al libro La Milicia Universitaria. Alféreces para la Paz, del buen amigo Jesús López Medel, compañero perteneciente a la Vª promoción de la I.P.S., procedente del campamento del Montseny y que llegó a ostentar el empleo de General  Consejero Togado del Ejército del Aire. Hoy se encuentra en la situación de Reserva.

          Copio algunas leyes que ya él ha agrupado, y que nos vienen bien para recordar y saber algo sobre los principios de las Milicias. La primera es la Ley de 2 de Julio de 1940, de la Jefatura del Estado (BOE de 8 de julio, número 90) por la que se "Reorganiza la Milicia Nacional". Nos advierte el autor el detalle de que tiene rango de Ley y emana de la Jefatura del Estado, no de la Secretaria General del Movimiento, ni del Ministerio de Educación. De esta Ley es de donde nace la Milicia Universitaria.

          Transcribimos el artículo 3º que dice:

               La Milicia Universitaria estará compuesta por los jóvenes de edad superior a los dieciocho años afiliados al Movimiento y que cursen sus estudios en Universidades, Escuelas Técnicas y Centros de Enseñanza Superior. Recibirán preparación premilitar para el servicio de oficial y terminados sus estudios y alcanzado el grado de aptitud preliminar indispensable, ingresarán en el Ejército como Sargentos, y a los cuatro meses de servicio podrán obtener el empleo de Alféreces de Complemento, con el que practicarán el servicio durante el tiempo reglamentario.”

          La I.P.S.en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, tuvo sus comienzos en la hoy Base Militar de Hoya Fría, (1942 – 1946). En 1947, pasó a Los Rodeos. Al desaparecer aquélla, la siguió la I.M.E.C., que posteriormente pasó a denominarse S.E.F.O.C.U.M.A. para terminar a finales del año 2001.

          Estamos en 1942. Se crean las Cortes Españolas y el NO-DO. También fue el año en el que Camilo José Cela publicó La familia de Pascual Duarte y se estrenó la película Raza con guión del mismísimo Franco. Y comenzó la Milicia Universitaria.

          Vamos a leer un extracto de la 1ª acta redactada por la IPS:

               ARMA DE INFANTERÍA. Unidad Especial de Instrucción establecida en el Campamento de HOYA FRÍA.

               Preside un General y entre los vocales se encuentra el Capitán de Infantería, don Pedro Pérez-Andréu y de las Casas.

               "En el Campamento de Instrucción y Tiro del General Franco (Hoya Fría) a veintisiete de septiembre de mil novecientos cuarenta y tres, reunidos el Tribunal nombrado según ordenes e instrucciones para la realización de los exámenes de alumnos de la expresada Unidad, aspirantes al empleo de ALFÉREZ de Complemento. El Tribunal acordó: Clasificar "aptos" a los treinta y cuatro alumnos que figuran en la relación número 1 que encabeza DON LÁZARO SÁNCHEZ-PINTO SUÁREZ, con calificación de siete, con doscientos noventa y nueve, y termina con DON ROMÁN FERNÁNDEZ PÉREZ, con calificación de cinco; asimismo, clasificar a un alumno "no apto" que figura en la relación número 2, no habiendo sido examinado por los motivos que se expresan y a otro, comprendido en la relación número 3 adjunta.

               Se acordó levantar acta triplicada y elevarla al Excmo. Sr. Capitán General de Canarias”.

               "MEMORIA de la actuación de la expresada unidad durante el Curso desarrollado desde el 5 de julio al 5 de octubre de 1943.

               ORGANIZACIÓN:

               "Para dar cumplimiento a lo dispuesto en una Orden ministerial el día 3 de julio último tuvo lugar en la Jefatura de la Milicia Universitaria del Distrito de La Laguna la concentración del personal de oficiales y aspirantes que debían efectuar su incorporación al Campamento del General Franco (Hoya Fría), procediéndose a totalizar la entrega a los últimos de las prendas de vestuario, reglamentarias, y dotados ya del uniforme se concentraron nuevamente en el mismo lugar el día 5 del mismo mes. A las siete horas tuvo lugar la concentración ordenada en La Laguna y a las ocho horas del mismo, la Unidad Especial, con un total de 7 Oficiales Profesores, incluido el Teniente Médico de la misma, y los Alumnos correspondientes, se puso en marcha organizada en columna al mando del Capitán que suscribe, verificando dos horas mas tarde su incorporación al Campamento, después de hacer con toda normalidad el recorrido de los nueve kilómetros que aproximadamente tiene dicho trayecto.

               Al llegar a su destino, fueron dadas las novedades al Jefe del Campamento, Comandante de Infantería don Esteban de Saavedra y Togores al mando del Batallón destacado en él, Director de la Academia de Transformación de Sargentos también instalada en dicho Campamento, y, al propio tiempo, Jefe del Curso de la Unidad Especial de Instrucción de la IPS, designado por orden del Excmo. Sr. Capitán General del Archipiélago, cometido éste que desempeñó hasta el día 19 de agosto último en que, por orden de la misma Autoridad y fecha, el Capitán que suscribe, se hizo cargo del mando de la Unidad Especial de la Instrucción Premilitar Superior ejerciéndolo hasta la finalización del curso y disolución de aquélla.

               Después que le fueron leídas a los aspirantes las instrucciones para el régimen de escolaridad dictadas por la Dirección General de Enseñanza Militar, así como las leyes penales, según preceptúa la norma 10, de la orden de 14 de mayo mencionada, el Comandante Jefe antes citado dirigió unas palabras de salutación y bienvenida destacándoles la significación y trascendencia de estos cursos y exhortándoles al estudio y práctica de las virtudes militares. Acto seguido se procedió al reconocimiento médico de todos los aspirantes, dedicándose el resto del día a la instalación definitiva de los mismos en el local destinado para su alojamiento".

          Somos de los que creemos que las Milicias Universitarias marcaron una época. Fue una forma de servir a la Patria, con cierta comodidad para no perder nuestros estudios. A lo largo de diversos escritos hemos explicando, en más de una ocasión, nuestro parecer y comentarios al respecto, para conocimiento de algunos, por supuesto, de los cientos de alumnos que por allí pasamos, y que a lo largo de los años, la mayoría de ellos en su vida civil, han sido excelentes médicos, abogados, ingenieros, comerciantes, industriales y un largo etcétera, ocupando puestos importantísimos en sus respectivas empresas, y no digamos en la política, donde los hay, desde Presidente del Gobierno Canario, hasta Alcaldes, Concejales, Presidentes de Cabildos, Consejeros, y otro largo etcétera.

              Con respecto al para unos Capitán Pérez-Andréu, para otros, Comandante y para los más jovencitos, Teniente Coronel, hay que hacer un inciso, y dedicarle unas líneas. Tenía él escrito, con la intención de publicar El Libro de mi vida -autobiografía-pensamientos-poesías- y que nunca vio la luz, de donde me permito copiar el primer párrafo que dice:

               “Mi nacimiento e infancia. Nací en Santa Cruz de La Palma, capital de la llamada "Isla Verde" e "Isla Bonita" de las Islas Canarias el 13 diciembre 1911, hijo de José Pérez Andreu, un apuesto y culto madrileño, capitán del Batallón de Cazadores de la Palma número 20, de guarnición en la isla, y de María Dolores de las Casas Santana (a quien mi padre llamaba con el apelativo cariñoso de Lolita), una jovencísima palmera de 17 años que, según los coetáneos, llamaba poderosamente la atención por su belleza, en una isla cuyas mujeres en general han gozado de fama por su hermosura. Pienso que con unos progenitores tan atractivos, yo debí salir un adonis sensacional. Pero no, salí del montón: quizá para evitarme complicaciones futuras”.

          Durante su larga permanencia y actuación al mando de la Milicia Universitaria o I.P.S. de Canarias, que sumaron algo más de 26 años ininterrumpidamente, (caso tal vez único en el Ejército español), dirigió a los Caballeros Aspirantes un total de 37 alocuciones (la primera en la Entrega de Despachos a la 1ª Promoción de Alféreces procedentes de la Milicia Universitaria celebrada en el Campamento de Hoya Fría bajo la presidencia del laureado Capitán General García Escámez) y las 36 restantes, desde 1942 á 1969,. (18 en los actos de la Jura de Bandera y 18 en las entregas de despachos o clausuras de curso celebradas ya en el Campamento propio de la I.P.S. de Los Rodeos). Recibió de las primeras autoridades militares que presidían su felicitación personal al final de los mismos. Muchas fueron confirmadas posteriormente por escrito oficial.

          Aparte de las citadas, pronunció otras muchas más, no reseñadas, como por ejemplo en las tres conmemoraciones de las BODAS DE PLATA de los Alféreces de Complemento formados en nuestro Campamento: La primera a la XIV Promoción, y el 17 mayo de 1985  a la  XVIII Promoción. Y  en esta fuimos testigos de excepción, ya que contestó, por así decirlo de alguna forma, a las palabras de este modesto escribiente, que tuvo el honor de ser el representante de los compañeros de su promoción.

          Todas estas vibrantes alocuciones, de las que oímos ocho, eran magníficas lecciones castrenses. Disciplina, honor, orgullo a la Patria, respeto a la Bandera, compañerismo y un largo etcétera. En la celebración de los 40 años, de nuestra Promoción, ya, desgraciadamente, no pudo estar con nosotros.

          Nuestro Campamento de Los Rodeos estaba ubicado en el término municipal de la Ciudadde San Cristóbal de La Laguna, -la ciudad de los Adelantados- a unos catorce kilómetros de la capital, frente por frente al Aeropuerto del mismo nombre y en el que muchos de ustedes habrán aterrizado y despegado en más de una ocasión.

          Este campamento era envidiado por todo el que lo visitaba, pues dentro de las penurias que podía haber, nosotros dormíamos en barracones, en camas de hierro, en literas de a dos, y además contábamos con unos baños dentro de la misma compañía, sin tener que salir fuera para hacer nuestras imperiosas necesidades fisiológicas. Para nosotros, nunca existió aquello de 15 bajo la lona, película muy conocida por muchos de los que aquí estamos. Más de uno se inventó parientes en las islas para, por cercanía, hacer la mili en este Campamento.

          Tal vez por comodidad, por presunción o por egoísmo propio, escogimos voluntariamente esta forma de servir a la Patria. En más de una ocasión nos lo recordaban, que estábamos allí voluntariamente.

          Había que pedir “prorroga de segunda clase”, para no entrar con nuestra quinta y luego ingresar en la I.P.S. cuando ya estábamos en el penúltimo año de la carrera, salvo algunas excepciones. Estas prórrogas, -aún no existían los ordenadores-, dieron un susto a más de uno, pues la Guardia Civillos fue a buscar a sus casas por prófugos y claro, la pareja se encontró muchas veces, como le sucedió a un amigo nuestro, que le estaban esperando en su casa, muy bien sentaditos, pues el padre, les indicó, ... tal vez con un poquillo de mala idea, que dentro de un rato su hijo vendría a comer. Así fue, llegó vistiendo el honroso uniforme de Alférez del Ejército Español. Estaba hacieno las prácticas reglamentarias. Se cuadraron, pidieron perdón y se retiraron. Al Guardia Civil le oyeron decir a su superior algo así como: "Ya le decía yo, mi Sargento, que a mí me parecía que el hijo de este señor no podía ser prófugo."

          Muchos de ustedes recordarán los castigos con aquellos “centimitos” que nos quitaban, de las cinco “pesetas”, que ya nos habían adjudicado al entrar. Cada faltilla nos iba restando puntuación, lo que se notaba al final. La falta de policía y la del pelado eran las más baratitas, 0,05, y ya luego empezaban a subir. La cama desordenada, falta de interés en la instrucción, moverse en la fila, correaje sucio, etc. subían a 0,10 y así hasta la más grave, por ejemplo, ausentarse del Campamento sin permiso, 1.40 ó…más. Entre las miles de anécdotas que se pueden contar, recojo ésta: Un día, a la hora de paseo, una bella y escultural amazona, extranjera para más señas, iba en brioso corcel a ver a un “maldito”. A éste, no se le ocurre otra cosa que irse a las cuadras y coger un caballo para darse un garbeo con la dama en cuestión. Lo que son las cosas, lo cogieron y además… el caballo era el del Comandante Jefe del Campamento. Sin comentarios.

          Nuestra “novia”, como le decíamos, era el mosquetón Máuser, común a todas las Armas, que rondaba los cuatro kilos de peso, con alcance eficaz entre los 250 a 300 metros y un máximo de 3.200, lo que alguno demostró enviando el proyectil más allá del campo de tiro. ¿Quién no recuerda las revistas de armamento, además después de la siesta? Y, por si fuera poco, el trato diario con las mulas… que sabían hasta el latín y otros idiomas. Los artilleros con sus obuses 105/30 también tenían que hacer sus esfuerzos; y los ingenieros se afanaban con su puente Bailey, con el que hacían casi competiciones para ver que sección era la más rápida en el montaje. Se batía algún que otro record.

          De este puente tenemos que decir que en los últimos años y en tres ocasiones ha sido montado en diversos puntos de la capital chicharrera para beneficio de la población civil, durante algunos días, por derrumbamientos de tierra u otras causas. El Ejército, una vez más, está con el pueblo.

          Las maniobras eran bonitas, tal vez pesadas o cansadas, pero para la edad que teníamos eran un paseo, en el cual nos hacíamos mas amigos, nos contábamos nuestras aventuras con la muchachita o vecinita del quinto, o las calabazas que nos habían dado y otras muchas cosas más. Y con respecto a las anécdotas de los colores de los cordones distintivos de las carreras, detalle que las muchachitas conocían mejor que nosotros, no hacemos comentarios. Vayan en estas líneas un sincero y cariñoso homenaje hacía nuestras mujeres.

          Día principal y emotivo era el de la Jura de la Bandera; y si ese era emocionante, el de la la entrega de Despachos no era menos. En nuestro uniforme lucía una estrella de seis puntas de color dorado. ¡A sus órdenes mi Alférez! Ya éramos Oficiales del Ejército de España. Menudo honor.

          Se montaba el altar, a cargo de los ingenieros para la celebración de la Santa Misa, en días tan solemnes como los citados. Quien fuera mi Capitán, don José Luis Pacheco Abásolo, me regaló una hermosa panorámicaq que conservo en casa. Se retiraría de Coronel y ya se ha ido definitivamente, como  otros muchos.

          En esta foto vemos la Bandera del Regimiento de Infantería 49, de Santa Cruz de Tenerife, portada por el Teniente de Infantería don Juan Villavicencio Solá y escoltada por el Alférez Eventual de Complemento en Prácticas, nº 1 de la XVI Promoción del Arma de Artillería,  don José Aguado Sagarribay  y tres Sargentos, o alumnos del Segundo Curso, quienes eran también, normalmente, los números 1 de cada Arma.

          Sobre nuestras canciones, cada campamento solía tener la suya propia; por ejemplo nosotros cantábamos con la música de "La Conga del Brasil”,

                    “Adiós Rodeos”:

                    Rodeos de mi querer… //  los milicianos se despiden otra vez  //  los Sargentos para nunca más volver  //  en cambio los aspirantes  //  hasta cuando… no lo sé .

                    Aspirante, Aspirante  //  no te pongas tan ufano //  todavía te quedan días  //  “pa” acabar este verano.

                   Aspirante, Aspirante  //  no te llenes de ilusión,  //  volverás a ser maldito  //  en el campo de instrucción."

          Y claro, hay que reservar un espacio especial para la célebre “Margarita”, que nació, o la inventó el “maldito”, cariñosamente hablando, Julio Salgado Alegre, en el verano de 1948. “Margarita se llama mi amor”hizo historia, llegando inclusive hasta el cine, y, poco más o menos, marcó un hito en la Milicia Universitaria. Hoy aprovechamos, una vez más, para rendir un homenaje a su autor, Julio Salgado, a quien tuve el honor de conocer con motivo del primer Congreso de UNAMU, en Navacerrada el año 2002. Hace unos dos años fue llamado por el Todopoderoso y nos imaginamos que Allá Arriba la estará cantando y dirigiendo a muchos compañeros.

          En el 2003 al finalizar el acto en la Plaza de la Milicia Universitaria, el Coronel Farrona, entonces Jefe de la Base de Hoya Fría y del Centro de Formación de Soldados Profesionales, nos dio la gran sorpresa: la Banda de Cornetas y Tambores y la Música del Mando de Canarias entonaron el “Margarita se llama mi amor”. Los nudos se hicieron en nuestras gargantas y mas de uno tuvo que limpiar los cristales de las gafas… el sol era muy intenso. Ya prácticamente se ha convertido en himno y la formidable Unidad de Música de la SUICAN la toca maravillosamente bien, para nuestro regocijo y buenos recuerdos.

          El Teniente General Pérez Alamán, que aquel día presidía, me dijo: “No podéis, no podéis.” Así era. Luego este mismo militar en su alocución, antes del Vino de Honor, con las autoridades civiles y altos mandos militares, así como los milicios allí presente,s nos dijo, entre otras, una frase que nos caló a todos… “…me habéis tocado hoy...”.

          Aprovechamos para comentar hechos o anécdotas, si vale la expresión, de lo pasado y, lo que a través de nuestra Agrupación Canaria de las Milicias Universitarias, en estos nueve años de vida, estamos haciendo, viendo y conviviendo en cuantos actos organizamos, a los que acuden muchos mandos militares. Otras veces aparecen en los informales, como convivencias, etc., y lo que es más significativo, también nosotros somos invitados a gran cantidad de actos. Aprovecho para añadir que hoy me encuentro muy contento, por la asistencia de amigos y compañeros, ya que de esta forman nos animan a que esta misión que nos hemos impuesto voluntariamente cada día vaya a más. Me consta el trabajo y el esmero que están haciendo estos compañeros a las órdenes de ese capitán, D. Juan Santana González. Por tanto, gracias compañeros.

          Nuestra Agrupación, igual que otras repartidas por esa piel de toro hispánica, está haciendo una labor de reconocimiento a quienes fueron nuestros Jefes, a quienes escogieron la bonita profesión de soldado de España y ahora cuando ya estamos teñidos de blanco, nos juntamos, hablamos y recordamos los buenos tiempos. También me dice alguno “ … y los malos.” Todo esto a nosotros nos da una gran alegría, y además nos vemos “arropados” por militares retirados o en activo, antiguos profesores, que comparten varias horas, distendidos, sin protocolo y hablando con todos nosotros, ya sea con un vasito de buen vino o un whisky.

          Se me vienen a la memoria algunas anécdotas y otros datos interesantes, que tal vez den un poco de humor a esta charla.

          Recuerdo que en una generala que nos tocaron, la única de mi vida campamental, en cuyo día estaba de Oficial de Semana, pues hice mis prácticas en él, le tocó a mi compañía, y más concretamente a mi sección, defender la cabecera Norte del Aeropuerto. En mangas de camisa y aunque fuera el mes de agosto, el frío se hacía notar. De dos a seis de la madrugada hubo que pasar el tiempo marcado por la superioridad, a la espera de la retirada, que ocurrió exactamente, con el tiempo calculado, para entrar en el Campamento y oír el alegre toque de diana… y seguir nuestro día de trabajo.

          Los médicos, en sus partes cotidianos, reflejaban estadísticamente las enfermedades y otras circunstancias. Los catarros, se llevaban el palmarés, seguidos por las contusiones por las caídas en las pruebas físicas. Resultados:  más de un esguince, unas pocas fracturas y algunas otras cosillas.

          Las calorías por individuo, se decía en una de estas memorias o partes, cogidos al azar, oscilaban entre 4.365 y 5.920, sobrepasando siempre el mínimo proteico. Los galenos me aclararán si esto es cierto.

          Menú de un día cualquiera:

               Desayuno: Nescafé con leche, mantequilla y gofio.

               Primera Comida:   Primer Plato: Estofado de judías

                                             Segundo: Carne mechada con papas fritas.

                                            Postre: Plátanos y sangría.

               Segunda Comida:  Primer plato: Sopa Minestrone.

                                             Segundo: Merluza rebosada  con ensalada.

                                            Postre:  Plátanos.

          Las cenas casi no se hacían pues las meriendas solían ser muy suculentas, ya que la intendencia que traían nuestras madres, era bastante suficiente. Las novias, amigas, etc. también colaboraban eficazmente. Y hablando de madres queremos aprovechar la ocasión para rendirles un sincero y cariñoso homenaje, pues ellas nos ayudaron en nuestros primeros años de vida; y tampoco podemos olvidar a nuestros padres, que estaban orgullosos de tener un hijo que, mañana, iba a ser Oficial de Complemento del Ejército Español.

          En nuestro Campamento se cantaban unas lloronas, normalmente los viernes por la noche, como un especial fuego de Campamento, que estaban acompañadas por un buen acordeón, en los míos, o por otros instrumentos. Las mismas, satirizaban, dentro de un orden, educación y disciplina, a alguno de nuestros mandos, y trataban también otros temas concernientes a la vida campamental y otras cosas muy ligadas a nosotros mismos.

          Como cité al principio, desaparecida la Instrucción Premilitar Superior, o I.P.S., (algún guasón aplicó a estas siglas otra interpretación: "Institución de P… Sucesivas"), luego se inventaron la Instrucción Militar de la Escala de Complemento, o I.M.E.C., y por último esas siglas de difícil pronunciación S.E.F.O.C.U.M.A., que corresponden a: Servicio de Formación de Cuadros de Mando.

          Pensamos, que a todos estos componentes de la I.M.E.C. o del SEFOCUMA, que son tan universitarios como nosotros, y por tanto “milicios”, debemos decirles que las puertas de nuestras Asociaciones están abiertas de par en par para ellos. Imecos, me consta que ya hay unos pocos, pero de los otros, hemos tenido oportunidad de hablarles y darnos a conocer, pero desgraciadamente, al licenciarse, allí en Tenerife, retornaron a su tierra. Si nuestra propaganda sirvió para algo, pues nos quedaríamos muy contentos.

          Entre los actos destacados en que participamos que he dicho hace unos minutos, quiero destacar el que se recoge en esta fotografía en la que aparece el Excmo. Sr. General Jefe del Mando y Zona Militar de Canarias, don Antonio Ramos-Yzquierdo  Zamorano, descubriendo la placa conmemorativa de la inauguración de la "Plaza de la Milicia Universitaria", en la Base de Hoya Fría.

          Y un inciso: Es interesante decir que desde nuestra fundación, también el mismo Teniente General tuvo el gran acierto de nombrarnos como enlace militar al Teniente Coronel, y ya hoy Coronel y Subdelegado de Defensa,  D. Casimiro Carles Ginovart. Un Coronel, amigo de todos nosotros, que se ha integrado en nuestra Agrupación, donde ha visto la simpatía, cariño y respeto que sentimos por él. Es un “buen puntal”. Ya me ha tirado un par de veces de las orejas por hablar bien de él, pero que le vamos a hacer, mientras no nos mande a Bandera seguiremos haciéndolo.

         Y otro acto reseñable: el pasado 22 de junio, el Teniente General Jefe del Mando de Canarias, Excmo. Sr. D. José Luis Vega Alba, y yo, que tenía el honor de acompañarle, descubrimos en dicha Plaza una placa como recordatorio de que allí hace 65 años se fundó en Canarias la Milicia Universitaria.

          No quiero dejar pasar por alto, a Hespérides, la Revista ilustrada del Mando de Canarias, de periodicidad trimestral, pues raro es el número que no contenga alguna información gráfica o literaria sobre nuestras actividades, así como colaboraciones de miembros de las Milicias Universitarias. Es una bien cuidada y querida revista.

Quisiera hablar unos minutos de los Héroes de las Milicias Universitarias y aunque no tiene nada que ver con la 5ª Zona de la I.P.S.,  creemos de justicia recordar en primer lugar, aunque sea someramente, al Alférez Rojas Navarrete, conocido de todos, y que ha sido emblemático en la Milicia Universitaria,  por ser el primer "milicio" condecorado con la Medalla Militar Individual.

          En su día, el Excmo. Sr. General de Tropas y Comandante Militar de Santa Cruz de Tenerife, don Francisco Zorzo Ferrer, tuvo a bien enviarnos fotocopia de su Hoja de Servicios, procedente del Regimiento Mixto de Infantería Soria nº  9. Aprovechamos para decir que esta Unidad en el año 2009 cumplirá 500 años,  y que es el Regimiento más antiguo, no sólo de España, sino también de Europa.

          Y siguieno este mismo asunto y para terminar ¿como no hablar de dos milicios de la 5ª Zona de la I.P.S.?

          Con mucha y gran razón el jurista, escritor y amigo Jesús López Medel, en su libro La Milicia Universitaria, afirma:

                    “... Sobre la Milicia Universitaria ha caído hasta la fecha una losa de silencio en el conjunto de la sociedad y de los medios informativos. Parece como si del calendario de la Historia se hubieran arrancado esas páginas de los más de 120.000 jóvenes que lucieron con orgullo y honor, además de los cordones, los galones de sargento y estrellas de alférez de la tan recordada Milicia Universitaria...”

          El alférez de Infantería Ángel Pérez Trisat, natural de esta isla es uno de los dos compañeros que quiero mencionar.

          En enero de 1958 y en cumplimineto de la misión encomendada, su Unidad rechazó varios ataques del enemigo que trataba de infiltrarse por su zona, casi siempre de noche. El Batallón del Regimiento Extremadura nº 15, según nos cuenta el general Rafael Casas de la Vega en su libro La última guerra de África, tuvo cuatro bajas (heridos).

          Hablando de la guerra aparece un escrito de este alférez, donde menciona que en la misma se sufrieronsobre el terreno multitud de inconvenientes, como falta de vestuario adecuado, gafas contra el viento y arena, el armamento individual, muchos fuera de uso; aunque la organización en algunos casos era deficiente, el comportamiento estuvo muy por encima de la capacidad material. El alférez Ángel Pérez Trisat fue condecorado por su heroica actuación en la campaña de Ifni-Sáhara, con la Medalla de Campaña con distintivo morado.

          El otro milicio es Ildefonso Guerra Cabrera, oriundo del bello pueblo de la cumbre de Tejeda en esta isla de Gran Canaria. Su primer Campamento en 1954, formando parte de la XIII Promoción.

          Su primer destino como Alférez sería en el Ejército de Marruecos en Xauen, en el Regimiento de Infantería “África nº 53”. Desde Marruecos, el 12 de mayo de 1957 le comunicaron el nuevo destino al “Grupo de Tiradores” de Ifni, pasando a prestar servicios en la 25ª Compañía de dicho Grupo en Sidi-Ifni.

          El 3 de febrero rechaz con su Unidad un intento enemigo de romper las líneas españolas. El 29 de marzo se traslad´´o con su Sección a guarnecer la posición de Id-Nacus, interviniendo posteriormente en las operaciones “Netol”, “Gento”, Diana”, “Siroco” y “Pegaso”.

          El Diario Oficial del Ejército nº 278, de 4 de diciembre de 1958, publicaba el ascenso a Teniente de Ildefonso Guerra Cabrera, quien con anterioridad había sido condecorado con la Cruz Roja al Mérito Militar y la Medalla de la Campaña de Ifni-Sáhara.

          En un interesante artículo sobre su persona, se puede leer que Guerra Cabrera "es un hombre que lo mismo triunfó en la guerra como en la paz", lo que me recuerda unas palabras dichas por el Presidente de los EE.UU. Theodore Roosvelt: “...vuestro deber en la Academia de West Point, ha sido la de preparar hombres para que triunfen en las guerras, pero vale la pena observar que también los habéis preparados para que triunfen en la paz.” 

          Por lo menos, decimos nosotros, existen dos “milicios” de la 5ª Zona de la I.P.S, condecorados por sus valiosas actuaciones en acción de guerra, ambos en Ifni-Sáhara. Enhorabuena y felicidades para estos canarios, que supieron poner bien alto nuestro pabellón.

          Antes de acabar, queremos dar las gracias al Director de esta modélica Institución, (la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, que ya ha cumplido sus 231 años de vida, y a la que deseamos otros tantos), D. Francisco Martín-Llorís, Marqués de la Frontera, por haber puesto a nuestra disposición estas formidables instalaciones.

          Gracias también a TV 25 de Las Palmas por su colaboración en esta Semana Cultural Canaria de las Milicias Universitarias, emitiendo íntegramente un par de veces al día las conferencias que se imparten, así como a su cámara, el señor Parada, y felicitarle por su profesionalidad.

          Al mismo tiempo, y una vez más públicamente, gracias a la Capitanía General de Canarias, desde su General Jefe hasta el último peldaño de la misma, y, como nos encontramos en Las Palmas, gracias otra vez al General D. Juan Miguel Mateo Castañeyra, Jefe de Tropas del Mando de Canarias, y reiterarle que creo de todo corazón que los miembros de las Milicias Universitarias estamos, y estaremos siempre, al lado de nuestro glorioso Ejército, como españoles que somos.

          Muchas gracias por la atención prestada.

 

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